¿Conoces a la reina de las aromáticas?

¿Qué sería del verano sin unas hojas de albahaca fresca en una ensalada? Evidentemente no es la única aromática disponible en los meses más calurosos del año, pero para mí es la que mejor combina con otros ingredientes de temporada. El tomate, por nombrar uno. Además, es una planta que no requiere muchos cuidados y crece rápidamente.

El solsticio de verano se acerca y ya puedes cultivar albahaca en tu huerto o balcón para aprovechar sus hojas en los próximos meses. Si quieres saber más sobre esta hierba aromática, hoy te hablaré de sus propiedades y te explicaré algunos trucos básicos para aprovechar sus hojas durante toda la temporada.

Origen e historia de la planta

La albahaca es una especie originaria de Asia tropical. El nombre científico, Ocimum Basilicum, procede de la antigua palabra griega basilikon: “planta real”. Fue introducida en occidente por los griegos hace más de 2000 años y su uso se hizo común en Europa y América a partir del siglo XVI.

Por su aroma y sabor, esta hierba se considera la reina de las aromáticas y tradicionalmente se ha empleado por sus propiedades calmantes y como perfume natural. El característico olor de la planta es debido a una alta concentración de estragol y eugenol entre los componentes de su aceite esencial.

Así como el tomillo, la menta, el romero y otras plantas aromáticas, la albahaca no solo añade gusto a nuestros platos sino que resulta beneficiosa para nuestra salud.

Propiedades de la albahaca

Las hojas de albahaca contienen taninos y aceites esenciales que le otorgan varias propiedades:

– Estimulante del apetito.
– Antiinflamatorio en caso de picaduras de insectos.
– Ayuda a prevenir vómitos y náuseas.
– Alivia las digestión pesada.
– Repelente contra los insectos.
– Equilibra el sistema nervioso.

Contraindicaciones

Algunos estudios avalan la toxicidad del estragol en caso de uso prolongado o excesivo. Es por esto que el consumo de la albahaca o de su aceite esencial es contraindicado durante el embarazo y la lactancia.

Consejos para el cuidado de la planta

Tener una planta de albahaca en la cocina, posiblemente junto con otras aromáticas, regala un toque de color y alegría al ambiente. Su perfume es un eficaz antiestrés, estimula nuestra creatividad en cocina, añade sabor a nuestras recetas y es un ingrediente perfecto para deliciosas infusiones.

Si la cultivas en tu huerto o balcón serán necesarios pocos cuidados. Solo recuerda que:

– Prefiere macetas de barro a las de plástico: ayudan a mantener la justa humedad de la tierra permitiendo una mejor transpiración. 
– Para que la planta dure más tiempo y crezca fuerte, tiene que recibir luz y agua suficiente. No es imprescindible la luz directa todo el día y la tierra tiene que estar húmeda pero no empapada.
– Posicionar la planta en un ambiente protegido de corrientes de aire.
– Empezar a utilizar las hojas de la planta cuando ya esté desarrollada.
– Cuando la planta ya empiece a florecer, ir cortando con tijera algunos ramilletes cada semana permitirá un mejor crecimiento de la planta.
– A no ser que quieras recolectar las semillas, hay que cortar las inflorescencias de la albahaca para que siga creciendo y saque nuevas hojas.

¿Cómo aprovechar las propiedades de la albahaca en la cocina?

Para dar sabor a tus recetas, puedes añadir las perfumadas hojas de la albahaca (Ocimum Basilicum) en platos fríos y calientes. Si quieres añadir las hojas de albahaca en preparaciones calientes es oportuno incorporarlas al último momento. Esto hace que los aceites esenciales no se pierdan con el calor y con ellos el aroma.

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