El poder de las hierbas aromáticas

  • Las hierbas aromáticas tienen propiedades antimicrobianas, antifúngicas y antioxidantes.
  • Sus efectos benéficos están vinculados a los fenoles y ácidos fenólicos de sus aceites esenciales.
  • Además son una forma de agregar sabor, olor, y vitaminas y minerales a nuestros platillos.

¿Qué son las hierbas aromáticas?

Las hierbas aromáticas son aquellas cuyos principios activos están constituidos, total o parcialmente, por esencias. Estas hierbas se utilizan como especias y condimentos por sus características organolépticas, que brindan a los alimentos y bebidas aromas, colores y sabores, que los hacen más apetitosos al olfato, vista y paladar.

El uso de las hierbas aromáticas ha formado parte de nuestra historia y costumbres, ya que han sido utilizadas como remedio para combatir todo tipo de enfermedades desde épocas prehistóricas.

Su aprovechamiento comenzó de la experimentación con diferentes hierbas que de acuerdo con sus características únicas ofrecían agradables aromas, sabores en los alimentos, alivio del dolor y cura de enfermedades.

México tiene una gran herencia cultural en el uso de hierbas aromáticas y medicinales para tratar diferentes padecimientos, la cual se inició varios siglos antes de la Conquista. Estas aplicaciones están vinculadas a los efectos benéficos de sus aceites esenciales, destacando propiedades antimicrobianas, antifúngicas, insecticidas y antioxidantes.

En México, las hierbas aromáticas que se cultivan a escala comercial son la albahaca, manzanilla, menta, mejorana, salvia, tomillo y zacate limón. Sobresale la albahaca como la principal hierba aromática que se produce en México para exportación, así como es la más rentable.

Los principales estados productores de hierbas aromáticas son Morelos, Baja California, Estado de México, Nayarit, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala.

En estos estados se pueden encontrar pequeños productores y empresas productoras de hierbas finas aromáticas para actividad culinaria y medicinal que se destinan al mercado de exportación, siendo Estados Unidos el principal destino.

En especial, el epazote, laurel, hierba santa, árnica y gordolobo son hierbas aromáticas que se exportan además a Pakistán, Alemania y Francia.

A su vez, en Nayarit, se cultivan alrededor de 127 hectáreas de diferentes hierbas aromáticas como albahaca, menta, salvia, zacate limón, orégano, tomillo y algunas otras de tipo oriental, las cuales van dirigidas a los consumidores de origen asiático en Estados Unidos y Canadá.

¿Qué nutrientes te aportan?

Las hierbas aromáticas contienen aceites esenciales también llamados compuestos volátiles, los cuales son líquidos de consistencia aceitosa, aromáticos, obtenidos de materiales vegetales (flores, brotes, semillas, hojas etc.), que contienen fenoles y ácidos fenólicos, a los que se les ha atribuido propiedades benéficas para la salud.

Dentro de las propiedades que se han conferido a las diferentes hierbas aromáticas destacan las siguientes:

Albahaca: antinauseas, carminativo (favorece la disminución de la generación de gases en el tubo digestivo).
Árnica: antiséptico y antiinflamatorio.
Cilantro: antimicrobiano
Eneldo: antibacteriano.
Epazote: antiparasitario, antidiarreico.
Laurel: antigastrítis.
Manzanilla: antiespasmódico, antiséptico ocular.
Menta: digestivo, antimicrobiano y antioxidante. Ayuda también a disminuir la naúsea al masticarse.

Además, las hierbas aromáticas permiten agregar múltiples vitaminas y minerales, como vitamina A y C, calcio y potasio a nuestros platillos.

Lo ideal es comprarlos orgánicos o cosecharlos en casa para garantizar que se cultiven en tierras ricas en nutrientes y sin químicos.

¿Cómo se recomienda consumirlas?

Para aprovechar sus propiedades se recomiendan consumir frescas, o sus aceites, aunque también se pueden consumir secas para obtener más aroma.

Si las hojas conservan la raíz, una óptima conservación se logra colocándolas en agua. Si las raíces están cortadas, se cubren las hierbas frescas con toallas húmedas en el refrigerador. Si las hojas están secas, se recomienda elegir aquellas que están más completas ya que las trozadas tienden a tener más tiempo.

Para desecar hojas frescas, ponerlas en lugares calientes, lejos de ambientes húmedos.

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