Hinojo silvestre: cómo reconocerlo y aprovecharlo
El hinojo silvestre (Foeniculum vulgare) es una planta perenne que crece en España y durante el verano impregna el aire con su aroma intenso y típicamente mediterráneo. Si te fijas, verás esta planta silvestre en el campo, en los senderos de costa y al lado de las carreteras. Conoce sus propiedades, usos gastronómicos y algunas curiosidades sobre su historia.
Cómo reconocer la planta de hinojo silvestre
El hinojo es una planta que crece silvestre en zonas con clima templado en todo el mundo. Es originaria del sur de Europa y en España se encuentra fácilmente en zonas rurales, a lo largo de la costa e incluso en las ciudades en áreas en las que a las hierbas silvestres se les permite crecer en paz.
Por lo general, diría que conseguir hinojos silvestres es muy fácil si vives cerca del campo.
Identificar la planta de hinojo silvestre es muy fácil y probablemente no necesitarás de herramientas más allá de tu propia nariz. Si estás en una zona donde hay hinojo percibirás su presencia en el aire porque esta es una planta silvestre muy aromática y desprende un característico perfume anisado que en verano destaca sobre la flora silvestre en las regiones mediterráneas.
Si tienes alguna duda, una guía de campo o una app con fotos de hinojo silvestre te ayudarán a reconocer y confirmar la identificación.
Propiedades medicinales del hinojo
El hinojo es una planta medicinalque se utiliza tradicionalmente desde hace muchos siglos por sus propiedades digestivas y expectorantes.
La Comisión Europea del Medicamento reconoce el uso tradicional del fruto del hinojo silvestre sirve para aliviar molestias como:
– Distensión abdominal
– Otros malestares gastrointestinales espasmódicos leves
– Catarro en el tracto respiratorio superior
Los aceites esenciales son los principios activos que actúan en el alivio de estas molestias. El hinojo silvestre, de hecho, es rico en:
– Anetol (en un 60%)
– Fenchona (en un 15%)
– Otros aceites como el estragol (menos de 5%)
¿Qué parte del hinojo se come?
El hinojo es una planta comestible de la que se pueden aprovechar: frutos (llamados erróneamente semillas), flores, tallos y en la variedad de cultivo se utiliza sobre todo el bulbo carnoso.
Los usos del hinojo en cocina son muy variados según la región:
– Los tallos se utilizan para aromatizar las aceitunas y los encurtidos.
– Las hojas tiernas y las flores frescas se aprovechan para la preparación de licores. Desecados se pueden utilizar como especia para dar un toque anisado a los guisos, pizzas, ensaladas, etc.
– En los frutos se encuentra una mayor concentración de aceites esenciales que como hemos visto poseen propiedades medicinales. Se utilizan en repostería para preparaciones dulces y saladas, para preparar infusiones y como especia. En la India los frutos de hinojo se añaden al Pan Masala o Mukhwas, donde Muk es boca y was olor. Esta mezcla colorida de semillas se utiliza tradicionalmente desde hace siglo para la higiene bucal después de las comidas.
– El bulbo de las variedades dulces de cultivo, como el hinojo de Florencia, se come crudo en ensaladas o cocido, y es ideal para acompañar carnes y pescados.
¿Cómo cosechar y conservar el hinojo silvestre?
Recolectar el hinojo silvestre te permite disfrutar del aroma de esta planta durante todo el año. Antes de ponerte manos a la obra te sugiero repasar algunas pautas para una cosecha segura y sostenible de las plantas silvestres.
La tarea se realizará en diferentes momentos del ciclo de la planta para aprovechar al máximo sus propiedades. En este caso es recomendable tener en mente que:
– Los frutos se cosechan a finales de agosto y durante todo el mes de septiembre cuando estén todavía frescos.
– Las hojas se utilizan cuando aún están tiernas, por lo que se cosechan en primavera.
– Los tallos durante la primavera y el verano, que es cuando concentran más aroma.
– Los bulbos de la variedad de cultivo se cosechan en otoño, cuando estén bien formados, tiernos y crujientes.
Con el método secado podrás conservar los frutos y las flores del hinojo y aprovechar su aroma y sabor durante varios meses.
Para ello selecciona varios tallos de la planta con inflorescencias abiertas o frutos frescos y colócalos encima de un plato bien separados entre sí. Colócalos en una zona aireada y seca, pero vigila que no reciban la luz directa del sol porque los aceites esenciales son muy volátiles.
Al cabo de una semana, o cuando las flores estén secas y las semillas empiezan a desprenderse del tallo, guarda tu cosecha en tarros de cristal limpios con cierre hermético y guárdalos en un lugar fresco y seco.
