Hipericó la planta que ahuyenta la tristeza

El hipérico es una planta eficaz contra el desánimo y las depresiones.

El hipérico es una planta herbácea de la familia de las hipericaceae, que crece de forma silvestre, al borde de los caminos y en ambientes secos y soleados. Las hojas son ovales y presentan lo que a primera vista parecen numerosos agujeritos oscuros, pero que en realidad son las glándulas que contienen aceite esencial y que se presentan traslúcidas a la luz. Florece a partir de mayo con flores de un brillante color amarillo oro.

Una planta con una historia magica

La tradición del hipérico es muy antigua y ya Hipócrates cita su uso como analgésico y contra la ansiedad, así como Plino el Viejo (siglo I d.C.) y Galeno. Además, en la edad antigua se creía que incluso su aroma alejaba a los malos espíritus, por lo que cuando en una ciudad se desencadenaba una epidemia, sus habitantes quemaban ramas de hipérico como sahumerio o las colgaban en los dinteles de las puertas como protección. Dioscórides, a propósito del hipérico, hace también referencia a su poder para ahuyentar a los demonios, “porque los quema y los transforma en trigo” .

Diferentes nombres del hipérico

  • El nombre botánico, Hypericum perforatum L, deriva, según algunos autores, de un vocablo griego que significa imagen, fantasma. Esto daría por sí mismo un significado mágico a la planta, aunque otros lo traducen como “por encima de todo lo imaginable”, aludiendo a sus múltiples virtudes, pues era considerado como una panacea.

    Los nombres comunes: era conocido en la Edad Media como “Fuga demonum” (ahuyenta demonios) y traducido al italiano y al francés como scazzia diavoli, o chassediable respectivamente. Recibe también múltiples nombres comunes que vemos repetidos en los distintos idiomas y que derivan de: su nombre botánico (hipérico, perico, pericó); de la morfología de sus hojas (perforada, foradada, etc.), de sus usos (hierba de las heridas, hierba militar, herba de cop)… El nombre más universal es el de Hierba de San Juan, utilizado en prácticamente todos los idiomas, y que hace alusión al tiempo de su recogida, que tiene tradición en ritos mágicos pero que coincide con el tiempo en que la planta florece y contiene mayor cantidad de aceite esencial y otros principios activos.

Cuando tomarlo

Las distintas dificultades que la vida trae consigo pueden llevarnos en ciertos momentos a tener sentimientos de tristeza, angustia y abatimiento. Sentimientos pasajeros que suelen pasar cuando la situación que los causó se resuelve o desaparece. Sin embargo, debemos ser cuidadosos y capaces de diferenciar estos sentimientos ocasionales debidos a una causa concreta y que desaparecen en unos días (estar “depre”), de la verdadera depresión, que es una enfermedad que afecta al estado del ánimo y que se manifiesta principalmente con un gran abatimiento, sensación de infelicidad, desinterés profundo por la vida y sentimiento de culpa, entre otros.
El hipérico puede constituir una ayuda en ambos casos, pero la depresión es una enfermedad común que puede llegar a ser grave por lo que debe ser siempre diagnosticada, controlada y tratada por un médico que establecerá el tratamiento que considere más adecuado en cada caso. Así que, en autocuidado, sólo se utilizará en aquellos casos de falta de ánimo ocasional debida a una causa concreta, que se acompañan de pérdida de interés, cansancio y alteraciones del sueño.

Cómo tomarlo

Para que sea eficaz en caso de ánimo decaído o depresivo, el hipérico debe tomarse en forma de preparados dosificados y estandarizados en hipericina, que es el principio activo que marca su calidad y eficacia. Suele presentarse en forma líquida (extracto fluido, tintura) o sólida, en cápsulas de polvo o extracto seco. Generalmente, la dosis indicada por el laboratorio preparador establece su toma dos veces al día.
Debe tenerse en cuenta que el efecto antidepresivo se manifiesta como muy pronto a partir de los 10-14 días de tratamiento.
En uso externo puede utilizarse: el oleato (maceración de hipérico en aceite) y cremas o pomadas preparadas con tintura, oleato o extractos de hipérico. Las distintas preparaciones se aplicarán directamente sobre la piel dos o tres veces al día.

Precauciones y recomendaciones

El hipérico puede interaccionar con bastantes medicamentos, por ejemplo los anticoagulantes, los antiarrítmicos o ciertos anticonceptivos orales, por lo que si se está tomando alguna medicación debe consultarse con el médico o el farmacéutico para descartar una posible interacción.
En uso externo pueden producirse reacciones de sensibilización, por lo que si se utiliza en zonas descubiertas debe cubrirse la parte tratada para evitar irritaciones y manchas.
En pieles blancas o muy sensibles, también pueden producirse reacciones de sensibilización cuando se toma. Se recomienda a las personas que tienen esta característica y están en tratamiento con hipérico que utilicen protector solar alto antes de salir a la calle o exponerse a la luz solar.
No se han realizado estudios en embarazo y lactancia, por lo que en estos casos no debe tomarse sin supervisión médica.

Cómo preparar aceite de Hipérico

El aceite de hipérico (Oleato de hipérico) para uso externo se prepara siguiendo estos pasos:

– Poner en un tarro las sumidades floridas de hipérico, frescas (recién recogidas) y cortadas a trozos.
– Cubrir con aceite (de almendras dulces, oliva, etc.)
– Dejar macerar “a sol y sereno” durante 40 días.
– Decantar y guardar en frascos opacos o de color topacio, al abrigo de la luz y del calor.

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