Lengua de vaca

Lengua de vaca

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Científicamente se llama rumex obtusifolius, pero se lo llama lengua de vaca por la similitud que tiene con la lengua de este animal. Esta planta es conocida en argentina y sus alrededores, aunque también se a encontrado en México, Estados Unidos y otras partes. Pero esta planta no es originaria de américa, fue traída por los colonizadores, que la utilizaban para la ingesta, como ensalada o té. Aqui, los originarios de america descubrieron que servia como laxante y desintoxicante.
A menudo se dice que la lengua de vaca ayuda a fortalecer la sangre; sin embargo, se han realizado muy pocos estudios de laboratorio o en humanos que confirmen este uso tradicional.
La lengua de vaca es una de las plantas originarias de la fórmula herbal anticancerígena de los nativos americanos que se conoce como Essiac®. En algunas versiones del Essiac® se sustituye la lengua de vaca con la aceredilla.
Las raíces se han ingerido internamente para producir sangre saludable, proteger el hígado o actuar como antifúngico o laxante. Como té de semillas, la lengua de vaca puede curar úlceras bucales y ayudar con la diarrea. Externamente se ha utilizado la lengua de vaca para desvanecer protuberancias, y como antitumoral y antifúngico.

Descripción

Se utiliza para el tratamiento de estreñimiento crónico, anemia, en individuos con defensas escasas y también por tratamiento de diarrea.
Es antianémico, remineralizante, cicatrizante, vitamínico, expectorante, estimulante de las defensas orgánicas, y también se puede atribuir la acción de diurètico. Por su contenido en derivados antraquinónicos debería presentar acción laxante suave, en cambio por su contenido en taninos también puede ser utilizado como astringente (antidiarreico) y, de hecho, esta es su principal aplicación popular, además de hemostático local.

Esta planta es utilizada para el acné, anemia, antifúngico, anorexia, artritis, colerético (estimulante del flujo biliar), purificador de sangre (tónico), cáncer, infecciones por cándida (sarpullido), síndrome de fatiga crónica, resfriado común, estreñimiento, calambres, desintoxicación, diarrea, estimulante energético, agotamiento, hepatitis, colesterol alto, trastornos inflamatorios de la piel (eczema, soriasis), laxante, trastornos linfáticos, menopausia, úlceras bucales, higiene oral, síndrome premenstrual, afecciones de la piel (círculos oscuros bajo los ojos), tónico (hígado).

Debe evitarse en individuos con alergia o hipersensibilidad conocidas a la lengua de vaca o a sus componentes. Los individuos alérgicos al polen de la ambrosía también pueden ser alérgicos al polen de la lengua de vaca.