Té ecológico: qué es, sus beneficios y por qué cada vez se habla más de ellos

Mientras que la demanda de productos orgánicos crece a nivel mundial, el té ecológico o “té bio” también es parte de esta apuesta por lo natural. Pero, exactamente, ¿qué es?

¿Qué es el té ecológico?

Desde su efecto antioxidante hasta sus beneficios relajantes o estimulantes, el té ecológico o el té orgánico tiene las mismas propiedades que un té elaborado de manera convencional. Sin embargo, existe una gran diferencia, o plus, en la que se basa su definición: se cultiva utilizando diferentes métodos que previenen la erosión del suelo y que apuestan a una producción sostenible y sustentable en el tiempo.

Además, para que sea considerado té ecológico, uno de los requisitos fundamentales es la no utilización de productos de síntesis química, tanto insecticidas y herbicidas como otros abonos químicos; un principio que comparten todos los productos certificados.

Sin embargo, la gran diferencia del té convencional con otros productos cultivados de forma no orgánica (como pueden ser verduras y frutas), es básicamente que los tés “no ecológicos” también son seguros para el consumo: en la gran mayoría de los países (sobre todo en Estados Unidos y en los que pertenecen a la Unión Europea) el té pasa por controles estrictos de residuos pesticidas y fertilizantes.

¿Cómo saber si un té es ecológico u orgánico?

Para saber si un té cumple con los requisitos de producción sustentable, o sea, para ser llamado té ecológico, en cada país o región existen diferentes sellos que puedes encontrar -por lo general en la parte trasera del producto- que sirven para identificar un té orgánico y diferenciarlo de uno que no lo es.

Para lograr la certificación orgánica, cada productor debe pasar por ciertos procesos de control que llevan adelante diferentes organismos de regulación. Dependiendo del país, pueden ser entidades públicas o privadas y comúnmente son llamadas “certificadoras”.

Este sistema se basa en un conjunto de actividades que van desde la evaluación de documentos, hasta inspecciones in situ y así como también evaluaciones de resultados de análisis de laboratorios. De esta manera, estas certificadoras garantizan la calidad orgánica de las producciones.

¿Por qué elegir un té ecológico?

Si bien los tés convencionales no difieren de los tés orgánicos en sus propiedades ni en su sabor, al optar por un té ecológico se lleva adelante una responsabilidad de la que ya no podemos dejar de escuchar: asumir un compromiso sincero con el cuidado del medioambiente.

Toda la elaboración de un té orgánico se basa en los principios de la antigua agricultura; es decir, de cómo se llevaban adelante los cultivos hace muchos años. Como la agricultura orgánica o ecológica es lo más cercano a un desarrollo natural, sus productores fomentan la biodiversidad, el equilibrio y el manejo racional de los recursos naturales.

Algunos de los tés ecológicos más comunes

Aquí mencionaremos algunos tés ecológicos

1 El té matcha orgánico: es el más requerido dentro de las variedades de té, ya que este té literalmente se ingiere, al mezclar las hojas molidas con agua caliente.
2 El té verde ecológico: luego del matcha (que es un té verde), le siguen los tés verdes orgánicos en hojas, como puede ser un sencha orgánico, un Lung Ching o un té gyokuro ecológico.
3 El té chai orgánico: dentro de la lista nos encontramos con un aumento en el interés en el té chai: un blend de té negro con especias, típico de a India. También se lo consigue orgánico.
4 El té negro orgánico: el té negro es el tipo de té más tradicional en occidente, y más consumido en Europa. Un aliado ideal para el desayuno o el té de las cinco, el té negro ecológico se puede conseguir de distintos países, como India, Sri Lanka, etc.
5 El té blanco ecológico: este es un tipo de té muy buscado por su alto nivel de antioxidantes. Las personas que valoran su salud, también suelen elegir productos amigables con el medio ambiente.
6 El té oolong orgánico: aunque existen muchos tés azules certificados ecológicos, en la actualidad son numerosas plantaciones de té que observan las regulaciones requeridas por las certificaciones ecológicas, aunque no obtengan el certificado, lo que se conoce como fábricas “Bio”.

¿Por qué hay tanto interés en los tés ecológicos?

Si bien la producción orgánica ya está completamente instalada en países como Australia o Estados Unidos, donde actualmente se registra la mayor superficie de tierras bajo certificación, en América Latina y Europa el consumo de té orgánico o ecológico viene creciendo de manera exponencial. De hecho, Argentina figura como el segundo país con mayor número de hectáreas orgánicas certificadas del mundo.

Pero, ¿por qué el mundo comenzó a inclinarse por consumir productos orgánicos? De acuerdo a diferentes estudios, los Millennials -aquellas personas nacidas entre 1980 y 2000- son los principales consumidores de productos ecológicos. A la hora de comprar, ellos prefieren optar por productos ecofriendly, locales o artesanales, aunque eso muchas veces implique pagar un precio mayor que uno convencional.

Incluso, esta demanda también se da en grandes países productores de té como China e India: según un informe de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación) los jóvenes de esas regiones cada vez quieren saber más sobre el té que consumen, su calidad, origen y contribución al desarrollo sostenible.

De esta manera, los jóvenes se convirtieron en los grandes promotores de esta filosofía del cuidado del ambiente, el consumo de té ecológico y en exigir prácticas sustentables de los productores: una demanda que cada vez llega más lejos, e inclusive al mundo del té.

Una vez más volvemos la concepto de “la cultura del té, de la tierra al espíritu” del que hacemos bandera. Un producto tan noble como el té nace de la tierra y alimenta nuestro espíritu. Si lo consumimos de forma responsable y conscinte, alimentaremos el ciclo que nos permitirá seguir disfrutando del té, ojalá, por siglos.

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