Los germinados: una fuente de vida para tu salud

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Los germinados se han convertido rápidamente en una de las fuentes nutricionales más populares y, sinceramente, no es para menos. Sus beneficios son varios y aportan mucho a la salud de las personas. Sin duda has oído hablar de estos y quieres conocer los mejor antes de integrarlos a tu dieta regular.

Aquella es una sabia decisión, ya que, a pesar de sus múltiples beneficios, estos alimentos también implican un ligero riesgo. Por eso, en el siguiente artículo de la Dra. Giulianna Saldarriaga Bravo, especialista en nutrición de Clínica Internacional, obtendrás respuestas a todas tus dudas relacionadas a los germinados.

Tabla de Contenido

¿Qué son los germinados?

En líneas generales, son semillas comestibles que son consideradas como alimentos vivos. La germinación es el proceso natural por el que las semillas empiezan a mostrar tallos, brotes y pequeñas hojas. Al tratarse de plantas jóvenes, poseen un alto valor nutricional.

El proceso de germinación usualmente empieza cuando las semillas son mojadas por varias horas. Luego, son expuestas a una combinación precisa de calor y humedad. Por último, se les deja crecer por varios días. El producto final suelen ser semillas germinadas que miden entre 2 y 5 centímetros de longitud.

¿Qué semillas componen este grupo de alimentos?

Es posible germinar casi cualquier semilla para el consumo humano. Aquí tienes una pequeña lista sobre los tipos más comunes:

  • Guisantes germinados : lentejas, garbanzos, frijoles, alverjas, etc.
  • Granos germinados : arroz integral, trigo, amaranto, quinua, avena, granos de soya, etc.
  • Vegetales germinados : rábanos, brócoli, betarraga, cebolla, etc.
  • Semillas germinadas : almendras, semillas de alfalfa, de calabaza, de sésamo, de girasol, etc.

¿Son recetados para combatir alguna enfermedad?

Sí, los germinados poseen muchas ventajas que atenúan los síntomas de diversos padecimientos. Para empezar, se trata de alimentos que poseen un alto contenido de fibra, por lo que son frecuentemente recomendados para combatir el estreñimiento.

Asimismo, estas semillas tienen un alto contenido de potasio, lo cual las hace perfectas para regular la presión arterial. Los germinados también pueden ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre.

Por otra parte, son ricos en fitoestrogenos, por lo cual se aconseja su consumo en mujeres que atraviesan la menopausia. Es importante notar que estas son solo algunas de sus funciones más comunes, ya que suelen usarse para combatir varios otros padecimientos.

¿Cuáles son las propiedades más beneficiosas de los germinados? ¿En qué aportan los germinados a nuestra nutrición y salud?

A pesar de ser muy bajas en calorías, los germinados son una fuente muy rica de nutrientes y compuestos vegetales beneficiosos. Estos suelen proporcionar una gran variedad de vitaminas, minerales, proteína y fibra. Además, suelen ser mucho más fáciles de digerir.

Si bien las vitaminas y contenido mineral pueden variar de acuerdo al tipo, por lo general, los germinados ofrecen magnesio, fósforo, manganeso, vitamina C y K. Estas propiedades te ayudarán a potenciar tu organismo y sus defensas, evitando deficiencias de vitaminas y minerales. Asimismo, son también una gran fuente de antioxidantes.

¿Es cierto que ayudan a combatir el cáncer?

Existen investigaciones en las que se relaciona a los germinados de brócoli y coles, con la prevención del cáncer, especialmente el de colon y de estómago. Aquello se debe a que este tipo de alimentos contiene una sustancia denominada sulforafano que posee una propiedades antimicrobial y anticarcinogénica, las cuales ayudan a contrarrestar esta enfermedad en cierta medida.

¿Cómo consumir los germinados?

El consumo de germinados es bastante versátil. Por lo general, se pueden consumir crudos en ensaladas, en forma de sándwich o en meriendas. Además, también es posible ingerirlos ligeramente cocidos y acompañarlos de algún cárnico en guisos.

¿Cómo incorporarlos en la dieta?

Al tratarse de vegetales, resulta bastante sencillo incorporarlos en la dieta diaria e ingerirlos con normalidad y regularidad. Para empezar, es posible incluirlos en el desayuno, como acompañante de un sándwich matutino o incluirlo en un omelette.

Para la hora del almuerzo o cena puedes preparar unas lentejas incluidos los germinados o un pescado sudado con verduras y germinados de tu elección. Existe una gran variedad de recetas. Con un poco de creatividad podrás crear diferentes platos con un gran sabor y valor nutricional.

¿Los germinados tienen alguna contraindicación?

Sí. Es necesario tener una correcta manipulación de los germinados. El hecho de que estos sean generalmente consumidos crudos o ligeramente cocinados añade cierto riesgo. Aquello se debe a que estos alimentos crecen en condiciones húmedas y cálidas en las cuales también pueden aparecer bacterias perjudiciales para nuestra salud.

Ahora conoces mejor qué son y cuáles son las propiedades y beneficios de los germinados. Si piensas incorporarlos a tu dieta, debes hacerlo con cuidado. De esta forma, empezarás a beneficiarte de sus múltiples cualidades.

En Clínica Internacional te ayudaremos en lo que necesites ya que contamos con los mejores especialistas, quienes tratarán tus problemas de salud. Si deseas reservar una cita, puedes hacerlo a través de nuestra sección Citas en Línea.

Cuáles son los germinados más ricos

Las semillas germinadas son un tesoro para el organismo. Incluirlas en la dieta es una buena manera de consumir vegetales frescos y de premiarse no sólo con su delicado sabor sino con su poder antioxidante y revitalizante.

Vitales y rebosantes de valiosos nutrientes, las semillas germinadas son un pequeño tesoro para el organismo. Incluirlas en la dieta es una buena manera de consumir vegetales frescos y de premiarse no sólo con su delicado sabor sino con su poder antioxidante y revitalizante.

Las semillas germinadas han formado parte de las ancestrales culturas culinarias de todo el entorno.¿ Pero qué ocurre durante la germinación para que se concentre en ellas tanta energía?

Las semillas, al ponerse en remojo, duplican su volumen, la cáscara se ablanda y se abre, y las enzimas se activan gracias al agua y al oxígeno.

A los pocos días de conservarlos en un ambiente húmedo y cálido, los brotes se van alzando hacia la luz en un proceso de intensa labor metabólica que transforma y aumenta los nutrientes que atesoran los granos en su interior.

Propiedades de los germinados

Esos nutrientes son los que precisa la planta para crecer, pero en los germinados se activan espectacularmente, se muestran más disponibles y resultan más fáciles de digerir.

Los hidratos de carbono son predigeridos por las enzimas, que los transforman en azúcares simples más asimilables. Las grasas se transforman en ácidos grasos y las proteínas se descomponen en cadenas más simples y, por tanto, más aprovechables.

Las vitaminas se multiplican igualmente y los minerales se vuelven más fáciles de asimilar. Además se activa la clorofila, de alto poder antioxidante.

Beneficios para la salud de los germinados

Sus beneficios para la salud son notables. Su consumo regular regenera la flora intestinal y mejora la digestión. Son reconstituyentes, remineralizantes y desintoxicantes, estimulan el metabolismo y los jugos pancreáticos, fortalecen las defensas y apenas aportan calorías...

Su energía de crecimiento nos beneficia, sobre todo en los cambios estacionales.

También resultan depuradoras del organismo, potenciadoras de la producción de leche materna y reguladoras del sistema endocrino. Además, incrementan el tono muscular, disminuyen el meteorismo... y tienen probados efectos rejuvenecedores.

Uso en la cocina de los germinados

Aunque no siempre resulta fácil hallar variedad de germinados en el mercado (los de judía mungo, la mal llamada soja verde y los de alfalfa, son los más comunes), podemos germinar gran variedad de semillas que enriquecerán nuestros menús.

Se puede germinar la mayoría de semillas, incluidos los cereales y las legumbres, que podrían considerarse categorías en sí mismas, con tiempos de remojo y crecimiento diferentes.

Semillas : fenogreco, rábano, remolacha, cebolla, puerro, girasol, calabaza, mostaza, sésamo, berro, alfalfa... El remojo ha de ser suave para que no se enmohezcan y se pudran.

Cereales : trigo, avena, trigo sarraceno, cebada, mijo y arroz. Necesitan algo más de remojo, salvo la avena.

Legumbres : lentejas, judías mungo, soja, garbanzos, alubias... Son más duras, por lo que el remojo ha de ser mucho más largo. Conviene escaldarlas ligeramente tras la germinación. Germinadas son más fáciles de digerir que secas.

Pueden formar parte de diferentes platos: ensaladas, bocadillos, tortillas, verduras, cereales...

Evitaremos cocciones prolongadas para que no pierdan sus cualidades, agregando los germinados instantes antes de servirlos.

La mejor forma de aprovechar el valor nutritivo de las legumbres es comerlas germinadas crudas. Pero si queremos cocinar judías secas, se pueden hacer germinar levemente con anterioridad: serán más digestivas y nutritivas y se cocerán más rápidamente.

Una manera muy original de recurrir a las especias es tomar germinados de berro, rábano, mostaza, cebolla o fenogreco. Aportarán un toque delicioso.

Si mezclamos varios tipos de germinados, no solo descubriremos nuevos sabores sino también una nueva estética, complementándose también nutricionalmente.

Sugerimos mezclar germinados de alfalfa con germinados de col y lenteja. O compensar el sabor picante de los de rábano, cebolla, puerro o mostaza combinándolos con germinados de cereales o legumbres. La zanahoria germinada combina muy bien con la alfalfa, la col o la judía mungo.

Precaución

Si bien la mayoría de las semillas se pueden consumir tal cual, las personas de estómago delicado pueden escaldar previamente (1-2 minutos), las germinaciones de legumbres, dado su contenido en antinutrientes que la germinación no elimina completamente. Por la misma razón, las semillas que no germinen deben desecharse.

Hay que tener en cuenta que las semillas de solanáceas (tomate, pimiento, berenjena, patata, etc.) resultan tóxicas, y no son válidas para germinar.

Germinar en casa

En frasco

se pone una pequeña cantidad de semillas en el frasco (la cuarta parte del frasco) y se cubre con 3 veces su volumen de agua. Se guarda a oscuras a 15-20ºC y se dejan hidratar toda la noche.

Al día siguiente, se retira el agua, se tapa el frasco con una gasa o tela y se guarda al abrigo de la luz.

Una vez al día se escurre el agua, se cuelan y se vuelven a tapar y a dejar a oscuras.

En 4 o 5 días tendremos los germinados. Cuando ya estén listos, deberemos poner el frasco en un lugar donde le llegue luz solar para que los brotes activen su clorofila y se pongan verdes.

Para conservarlos, lo mejor es meterlos en un recipiente cerrado herméticamente en la nevera, con papel de cocina en la base o un paño fino de algodón que absorba la humedad.

En germinadora

se colocan las semillas en el platillo inferior de la germinadora cubiertas de agua.

Al día siguiente se aclaran y se ponen en el nivel siguiente, mientras el nivel inferior se llena de nuevo de semillas en remojo.

Una vez los brotes comienzan a germinar se suben de nivel, hasta llegar al superior, que ofrece los germinados listos para su consumo.

7 tipos de germinados: propiedades y cómo prepararlos

Judías mungo

Los de la soja verde son los germinados más ricos en proteínas después de la soja amarilla y muy fáciles de digerir.

Aportan además vitaminas A, C, y B (B1, B2 y B3), fibra, magnesio, fósforo, hierro y cobre.

Estos brotes se preparan fácilmente, pues basta con dejar los granos en remojo entre 4 y 8 horas dentro de un bote. Después se elimina el agua y se deposita el bote boca a bajo e inclinado. Se lavan dos o tres veces al día y en 3 o 4 días ya están listos, aunque antes hay que retirar la piel verde con agua.

Su textura crujiente resulta ideal en ensalada, pero también es exquisita cocida en sopas y platos orientales.

Alfalfa

La alfalfa es uno de los germinados más completos, rico en aminoácidos, como el triptófano (esencial para que el cerebro segregue serotonina) y la lisina (sintetiza las proteínas y metaboliza los carbohidratos y los ácidos grasos).

Su perfecta proporción entre calcio y fósforo ayuda a fortalecer los huesos. También aporta hierro, fósforo y azufre así como vitaminas A y E.

Si se deja brotar con luz indirecta aumenta su contenido en vitamina C; si germina a oscuras resulta más rica en vitaminas del grupo B.

Germinan en siete días. Crujientes y con un agradable sabor a regaliz, son idóneos para ensaladas, bocadillos, tortilla...

Cebolla

Los germinados de cebolla poseen las mismas virtudes que esta: constituyen un aliado idóneo contra las infecciones y fortalecen los pulmones. Además son ricos en vitamina C y cinc.

Para germinar las semillas se emplea una germinadora o un bote de cristal. En este último caso hay que poner unas semillas cubiertas con 3 veces su volumen de agua. Se guarda a 20 ºC, se retira el agua y se deja bien tapado con una gasa, a oscuras, enjuagando las semillas 2 o 3 veces al día.

Muy tiernos y de un fresco sabor picante, estos germinados enriquecen las ensaladas y los rellenos vegetales.

Lentejas

De sabor muy agradable, tienen grandes propiedades energéticas y nutritivas. Al germinar el grano de las lentejas, el almidón se descompone en azúcares, mientras que las proteínas son predigeridas y, por lo tanto, más asimilables.

Las enzimas siguen vivas, las vitaminas proliferan y los minerales mantienen su estado orgánico, por lo que se asimilan mejor. Bajas en grasas y ricas en fibra, aportan hierro, cinc, manganeso, cobre, vitaminas C y B

Se germinan en tres días y resultan muy sabrosas trinchadas en paté o en salsa, o combinadas con cualquier verdura de la estación.

Trigo

Es la forma óptima de comer el grano entero de trigo porque los almidones y las proteínas se predigieren y se asimilan mejor.

Al inicio de su germinación las vitaminas antioxidantes C y E aumentan en un 600%, mientras que el fósforo, el magnesio y el calcio que contiene se triplican, reforzando la salud de los huesos. En menor medida también aporta vitaminas del complejo B, así como potasio, hierro y cinc.

Su sabor es dulce y agradable. Con ellos se pueden elaborar panes y rnuesli o combinarlos con verduras, como la judía verde o la acelga. Se conservan hasta 8 días en la nevera.

Soja

Las semillas de soja blanca son un alimento muy completo y rico en proteínas de alto valor biológico, pero poco digeribles y tienden a acidificar la sangre. Con la germinación su asimilación mejora significativamente.

Son muy ricas en fibra, calcio, magnesio y hierro así como en vitaminas A, C (se multiplica por 7 con la germinación) y del grupo B, sobre todo en B2, y B

Los brotes pueden tomarse escaldados o en sopas, tortillas, en asados y en platos asiáticos.

Tardan cuatro días en germinar y conviene comerlos bien frescos.

Mostaza

Perteneciente a la familia de las crucíferas, como las coles, sus compuestos azufrados (responsables del sabor picante) son los mismos que proporcionan protección frente al riesgo de sufrir dolencias degenerativas y cáncer.

La ración debe ser pequeña, pues proporciona un sabor picante, que recuerda al de los berros, pero más excitante y jugoso. Estos brotes son una auténtica delicia en ensaladas, bocadillos, sopas y en guarniciones. Requieren seis días para germinar.

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