Las grietas en los pezones son un problema común en los primeros días de lactancia materna, causando dolor e incomodidad. Aunque pueden ser frustrantes, existen muchas formas de tratarlas y prevenirlas, permitiendo que la lactancia siga siendo una experiencia placentera para mamá y bebé.
¿Por qué salen las grietas en los pezones?
La lactancia materna no debería ser dolorosa, y las grietas en los pezones son un signo de que algo no está funcionando correctamente. Para encontrar la mejor solución, es importante identificar la causa de las grietas.
Agarre inadecuado del pecho:
Es la causa más común de las grietas en los primeros días. Al principio, es normal que el bebé no se agarre bien, lo que puede provocar dolor y grietas. Si sientes dolor al engancharse, no está bien agarrado. Recuerda que la boca del bebé debe cubrir el pezón y parte de la aréola, con la boca bien abierta. No debe chupar solo el pezón.
Candidiasis mamaria:
Si el dolor en el pezón empeora después de dar el pecho y continúa después de una hora, la causa puede ser una infección por hongos (candidiasis). Esta infección puede transmitirse por el bebé, ya que uno de cada 20 recién nacidos desarrolla una candidiasis oral. En este caso, el pezón puede perder color o inflamarse.
Infecciones bacterianas:
En una tercera parte de los casos, el dolor y las grietas se deben a la bacteria Staphylococcus aureus, que vive en la piel sin causar daños. Sin embargo, si entra a la sangre a través de las grietas, puede causar una infección con síntomas como dolor, escozor, fiebre, inflamación y secreción de los pezones.
Anquiloglosia o frenillo sublingual corto:
En ocasiones, la causa de las grietas está en el bebé. Los bebés con frenillo corto tienen dificultades para establecer la lactancia. Si el frenillo es corto, no deja que la lengua se coloque debajo de la aréola para succionar, lo que provoca que el pezón se roce constantemente con la lengua y las encías del niño, causando grietas.
¿Cómo tratar las grietas en los pezones?
Existen muchos tratamientos naturales y efectivos para curar las grietas en los pezones, algunos de ellos:
Leche materna:
Aplica unas gotas de leche materna en las heridas después de cada toma y déjalas secar al aire. La leche materna tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas que ayudan a curar las grietas.
Crema de lanolina:
Existen muchas cremas que protegen y tratan las grietas. Elige aquellas naturales que no haya que quitar para dar de mamar al bebé.
Conchas aireadoras de lactancia:
Estas conchas ayudan a mantener la herida al aire, lo que permite que se seque y cicatrice más rápido. Además, evitan los roces y recogen la leche que se escurre entre toma y toma.
Otros tratamientos:
Si la causa es una candidiasis, se necesitará usar una crema antimicótica en los pezones y en la boca del bebé. Si la infección es bacteriana, se requerirá una crema antibiótica o incluso comprimidos orales. En ambos casos, consulta con tu profesional de medicina.
¿Cómo prevenir las grietas en los pezones?
Prevenir las grietas en los pezones es la mejor manera de evitar el dolor y la incomodidad durante la lactancia. Aquí te damos algunos consejos:
Asegúrate de que la posición del bebé es correcta:
El pezón y parte de la aréola deben estar dentro de la boca del bebé, con la boca bien abierta y los labios evertidos. La cabeza del niño debe estar alineada con su columna, con el cuello ligeramente inclinado hacia atrás. El bebé no debe tener las mejillas hundidas, sino redondeadas, y se debe oír cómo traga.
Evita el uso de chupetes:
Es recomendable evitar el uso de chupetes hasta que la lactancia materna esté bien establecida, alrededor de las 3 semanas. La técnica utilizada para succionar los chupetes es diferente a la lactancia, lo que puede confundir al bebé.
Consulta con un especialista:
Si tu bebé tiene frenillo corto, es importante consultar con un especialista en lactancia. Ellos te pueden recomendar las mejores posturas para minimizar el daño en los pezones. En algunos casos, puede ser necesario realizar una pequeña cirugía al bebé.
Mantén la piel limpia y seca:
Una ducha diaria y el lavado con suero fisiológico ayudan a mantener la zona limpia. Seca bien las aréolas y pezones para evitar la humedad.
Información adicional:
Si las grietas te causan mucho dolor, puedes tomar un analgésico (ibuprofeno, paracetamol o aspirina). La mayoría de los medicamentos se pueden tomar durante la lactancia, pero algunos no son seguros. Para aclarar dudas, puedes consultar la web https://www.e-lactancia.org/, donde encontrarás información sobre la seguridad de todos los fármacos.
Es importante recordar que, aunque te duelan las grietas, no debes abandonar la lactancia, ya que es el mejor alimento para tu bebé. Puedes usar pezoneras hasta que las grietas se curen o extraerte leche para darle algunas tomas con biberón y dejar descansar tus pechos.
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