Medicina tradicional para prevenir el COVID-19

Si bien no existe un tratamiento específico contra el coronavirus, lo mejor es apostar por la prevención y el fortalecimiento del sistema inmune. Entre estas maneras de prevención se podría recurrir a aumentar las defensas con remedios naturales. Existen plantas que pueden aumentar la resistencia vírica. Entre estas plantas se encuentran: 

Oregano: Esta planta posee un antiviral conocido como carvacrol. Esta planta puede ingerirse como infusión o té pero también se puede ingerir directamente en los alimentos. 
Salvia: Esta planta se usa para tratar infecciones de manera tradicional. Contiene safficinólido en el tallo y la hoja, este compuesto ayuda a combatir algunos virus.
Albahaca: Esta planta ayuda a obtener inmunidad y protección contra virus. Su consumo aumenta los niveles de T helpers y killers. 
Hinojo: El hinojo es de sabor dulce y contiene componentes como el transanetol, efectivo para el sistema inmune. Se puede consumir en ensaladas y otros platillos o en infusión pero no se recomienda para niños o embarazadas.
-Ajo: Es ajo es un antiviral por excelencia, sobre todo si se consume crudo.
Jengibre: Posee una impresionante actividad antiinflamatoria y antiviral gracias a su concentración de compuestos como los gingeroles y la zingerona, que inhiben la replicación de los virus y que penentren en las células sanas.

Habitos que aumentan la resistencia a los virus

Una alimentación basada en productos enteros y naturales, con presencia de 5 a 10 raciones diarias de frutas y hortalizas, la mitad de ellas frescas, permite el buen funcionamiento de los sistemas defensivos del organismo.

El descanso nocturno con suficiente sueño de calidad es imprescindible para mantener el número y la actividad de las células inmunitarias que detectan y eliminan los virus antes de que se conviertan en un problema.

Además, durante el día conviene realizar paradas en el trabajo y practicar meditación, respiración consciente o alguna técnica de relajación.

El ejercicio físico es igualmente necesario. La actividad física fortalece la inmunidad, mejora la circulación y reduce la inflamación. Si no existe ninguna enfermedad que lo contraindique, la dosis mínima de ejercicio, incluso para las personas mayores, es de 30 minutos, tres días a la semana.

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