¿Cuál es la diferencia entre infusión y decocción?
En más de una ocasión te he hablado de la importancia de la calidad de las plantas que se utilizan para fines medicinales. Una planta de origen seguro, recolectada en el momento adecuado y conservada correctamente conservará mejor sus principios activos. Sin embargo, de nada sirve disponer de materia prima excelente si a la hora de aprovecharla malgastamos sus propiedades. En este sentido, el proceso de extracción es clave para obtener el máximo de beneficios de las hierbas.
Como las bebidas medicinales son una de las formas más comunes y sencillas de cuidarnos con las plantas, hoy te voy a hablar de la diferencia entre infusión y decocción. ¡Aprende a utilizar cada planta de la manera más conveniente!
infusión y decocción: ¿Cuál es la diferencia?
En primer lugar, recuerda que tanto las infusiones como las decocciones son tisanas.
El hecho de que a veces en las recetas se utilice el término genérico “tisana” para indicar métodos de extracción de principios activos de las plantas puede confundir un poco. No obstante, si tienes en mente las características de cada una de estas bebidas todo quedará claro.
Verás que se trata de conceptos muy sencillos y si los tienes en mente nunca más desperdiciarás las propiedades de las plantas que utilizas en tus tisanas. ¡Toma nota!
Infusión vs decocción
Las diferencias entre infusión y decocción las encontramos tanto en el proceso de preparación como en el tipo o parte de la planta que se utiliza en cada proceso.
Las partes de la planta utilizadas hacen la diferencia:
– Para la infusión utilizamos las flores, las hojas, los tallos tiernos y la pulpa fresca.
– Para la decocción utilizamos las raíces, los rizomas, la corteza, los tallos leñosos, las semillas y los frutos y cáscaras deshidratadas.
Fíjate en los detalles de la preparación
El proceso de preparación de las tisanas (infusiones y decocciones) será acorde con la parte de la planta empleadas. En este punto, también hay que destacar que algunos principios activos no se diluyen en agua (la silimarina del cardo mariano, por ejemplo). Por lo que ni el proceso de infusión ni el de decocción serán de ayuda.
Dicho esto, vamos a desgranar paso por paso el proceso de preparación de infusiones y decocciones:
– INFUSIÓN: Reserva la cantidad de planta o mezcla de plantas necesaria, coloca las hierbas en la tetera, añade agua hirviendo, tapa y deja reposar durante 20 minutos y filtra y saborea.
– DECOCCIÓN: Coloca la mezcla de plantas en una olla y añade agua fría, poner a calentar hasta que empiece a hervir, dejar en ebullición el tiempo necesario Y tapa y deja reposar a temperatura ambiente 10 minutos antes de filtrar.
Trucos para preparar la mejor tisana
Como ves hay algunas diferencias clave en el proceso de preparación de infusiones y decocciones.
Además, hay que tener en cuenta que cada planta puede tener su especificidades y, por ejemplo, necesitar más o menos tiempo de reposo o ser utilizada en mayor cantidad con respeto a otras hierbas.
Ahora bien, ¿qué pasa si en nuestra mezcla queremos juntar partes tiernas y partes leñosas de una planta?
Desde luego, lo ideal sería preparar mezclas con características afines, ya que así optaremos por el método de preparación más adecuado.
Pero si, por ejemplo, te apetece añadir flores de manzanilla a una mezcla que, en cambio, es ideal para decocción (regaliz, anís estrellado, cáscara de limón) lo ideal es mantener las flores por separado, hacer una decocción con las partes leñosas y cuando apagues el fuego añadas las flores de manzanilla.
Otra forma de hacer una infusión con partes de planta que normalmente utilizaría en un decocto, consiste en desmenuzar muy finamente las raíces, optar por corteza pulverizada o aplastar frutos y semillas antes de añadir el agua hirviendo. De este modo, desprenderán sus principios activos más fácilmente sin que sea necesario dejar hervir la mezcla.
¿Conocías las diferencias entre infusión y decocción? ¿Tienes alguna duda sobre la preparación de las tisanas? Te espero en los comentarios para ampliar información.