Té de canela, una bebida con potencial
El té de canela es una bebida que, aunque pueda tener potencial para ciertas cuestiones, no debe tomarse como un tratamiento ni como una cura para ninguna enfermedad. Lo más recomendable es seguir las indicaciones del médico y consumir la bebida, como parte de un estilo de vida saludable.
El té de canela es una bebida que, además de resultar muy aromática, resulta gustosa. Se le puede añadir una rodaja de naranja y otros ingredientes para resaltar aún más su sabor y convertirla en una opción mucho más agradable. Durante los meses fríos, puede consumirse tanto para entrar en calor como para hidratar el organismo. Ahora bien, también puede consumirse en otros escenarios, con moderación.
Fuera del ámbito culinario, la canela es una especia que ha sido muy estudiada, debido a su interesante composición. De hecho, la mayoría apunta que ha demostrado ser especialmente útil a la hora de regular los niveles de glucosa en la sangre en caso de diabetes mellitus tipo 2 y obesidad.
Por ello se le considera un alimento prometedor que, de investigarse en mayor profundidad, podría proporcionar datos más relevantes que permitan establecer recomendaciones acerca de su uso como tratamiento coadyuvante.
La canela y la salud
La canela es una especia exótica cuya característica más notoria es su aroma. Según datos de la Fundación Española de la Nutrición contiene proteínas, hierro, calcio, zinc, potasio, selenio, vitaminas B6, C, fenoles y aldehidos. Se le han atribuido principalmente propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, antioxidantes y antidiabéticas.
Beneficios asociados al té de canela
A pesar de la falta de evidencia científica, en el ámbito popular se ha afirmado en varias ocasiones que el consumo regular de té de canela podría resultar positivo como tratamiento coadyuvante en casos de diabetes e hipercolesterolemia. Por ello, muchos pacientes deciden consultar con su médico acerca del uso de este remedio.
En otro orden de ideas, el té de canela también se recomienda para aliviar molestias estomacales, eliminar los gases, estimular el apetito, evitar las náuseas y los vómitos, entre otras cuestiones. Estos beneficios estarían asociados a que la canela, al estimular la salivación, ayudaría a que se formen jugos gástricos, ayudando así a realizar correctamente la digestión.
En conclusión, aunque el té de canela sea una bebida gustosa y con cierto potencial, es necesario esperar los resultados de las investigaciones científicas antes de considerarlo un remedio apto para el tratamiento de enfermedades.
Lo más adecuado es disfrutarlo como una bebida más, capaz de hidratarnos y hacernos entrar en calor durante los meses más fríos del año.
En caso de querer consumirlo como remedio, es recomendable consultar siempre con el médico antes de incorporarlo a la rutina.